Aún sin saber muy bien cual es el dictamen de mayoría, porque muchos diputados reclaman que no aparece, el recinto se prepara para votar la Ley Ómnibus cerca de las 5 de la mañana.
La semana pasada, el plenario de comisiones dijo tener un despacho que fue firmado por la mayoría. Durante los días siguientes, algunos diputados que habían estampado su firma, aseveraron que lo hicieron sobre una hoja en blanco, sin conocer el texto definitivo.
El mismo habría sido redactado, y negociado con sectores de la oposición «amable», en un departamento prestado por un amigo de Sturzzenegger, quien si tener cargo fijo en el gobierno, es la personas que negocia y acuerda en nombre del Poder Ejecutivo.
Hasta allí habría ido varios dirigentes para acordar un texto en común.
Ayer por la noche, cuando todos preveían una sesión maratónica, desde la Presidencia se pidió un cuarto intermedio. Presumiblemente porque, al no conocerse el texto definitivo, corría riesgo el apoyo de algunos grupos afines al gobierno.
SE hablaba de una dictamen negociado en donde desaparecían las delegaciones de poder, se achicaba la cantidad de empresas a privatizar, y se retiraba la modificación de ajustar los salarios de los jubilados.
Pero a pocas hora de la votación todavía no aparece el texto oficial.