Nacían los años 30. Carlos Gardel se hallaba en la cúspide de su
carrera artística y está trabajando en los estudios cinematográficos de
Joinville Le Pont para la Empresa Paramount alternadas con
actuaciones en suntuosos cabarets parisinos. Entre 1931 y 1933 filma
cuatro películas: Luces de Buenos Aires, Espérame, La casa es seria
(hoy considerada perdida) y Melodía de Arrabal. Pero no es del zorzal
criollo de quien queremos hablar precisamente en esta nota, si no de
aquel que compuso la banda sonora de tres de sus películas filmadas
en Francia.1 Es una historia interesante y triste.
Los retratos muestran a un hombre elegante con una mirada lánguida,
de ojos claros y bigote finamente recortado. Su nombre es Marcel
Lattes, nacido en Niza un 11 de diciembre de 1886, exactamente cuatro
1 Estas son: Espérame, con dirección de Louis Gasnier; La casa es seria, con dirección de Lucien
Jaquelux y, por último, Melodía de Arrabal, de Gasnier, Todas ellas fueron estrenadas en 1933 y su
guión fue escrito por Alfredo Le Pera.
años antes del nacimiento de Carlitos. De oficio, según descripciones,
“compositor culto y orquestador sutil”, ganó el primer premio de piano en
el conservatorio de París con tan solo veinte años.
Se ve que amaba a su patria y a la humanidad: durante la Primera
Guerra Mundial, fue voluntario en el servicio de ambulancias.
Escribió un montón de partituras para cine, musicales y ópera. Para que
observen cómo se juntan las historias su ópera más trascendente, “Le
Diable á Paris” (El diablo en París), tuvo libreto de un tal Robert de
Flers: aquel que a otro Marcel, Marcel Proust, hizo apasionar por el arte
y la literatura, así como abandonar el interés por el derecho.
Uno de los temas más emotivos del zorzal es “Cuando tú no estás”,
hecho para la película “Melodía de Arrabal” (1933) y que lleva una
preciosísima letra de Alfredo Le Pera. Aquí reproducimos un fragmento:
Cuando no estás la flor no perfuma
Si tú te vas, me envuelve la bruma
El zorzal, la fuente y las estrellas
Pierden para mí su seducción
La música fue compuesta por “el celebrado maestro” Lattes, y yo no le
coloco ese mote, si no el mismo Gardel.
Aquí viene la parte triste de esta historia: el final. Gardel tiene su trágico
accidente que lo convierte en mito popular.
Fue arrestado un día después de su cumpleaños, el 12 de diciembre de
- ¿Por qué? Era judío y la mayor parte de Francia estaba ocupada
por los nazis. Los infames lo trasladaron al campo de concentración de
Compiegne, junto a otros 743 hombres “notables”. Cuenta un novelista y
dramaturgo de nombre Jean-Jacques Bernard, también víctima de “esta
redada de notables israelitas”, sobre nuestro compositor evocado:
“El compositor Marcel Lattes llegó con las manos en los bolsillos, sin
maleta, sin manta, sonriendo, convencido y repitiendo a todos que esta
historia era cómica y que seguramente saldríamos en libertad antes de
las 24 horas”.
En la primavera de 1942, Lattes consigue la libertad gracias a las
mediaciones de un amigo, reconocido dramaturgo y director de cine
Sacha Guitry y, por su condición de esposo de un matrimonio mixto,
estuvo exento de portar la estrella amarilla, lo que le permitió seguir
haciendo lo que le gustaba: componer. Recibió muchas cartas de gente
que testificaban lo francés que era.
Así y todo, no le alcanzó para salvarse en un país asediado por uno de
los regímenes más sanguinarios y perversos que vio la humanidad. A la
salida de un restaurante de los Campos Elíseos, un oficial alemán había
atacado a una mujer. Marcel intervino. Esta buena acción exaltó a las
autoridades nazis: el 4 de octubre de octubre de 1943 fue arrestado. Es
llevado ahora al campo de trabajo de Austerlitz donde, para aliviar el
tormento de las labores forzadas, los internos saludan clandestinamente
a sus esposas a través de una ventana. El jefe del campamento
sorprende a Lattes y con un golpe de culata de revólver rompe su
cráneo. Nuestro compositor es trasladado a Drancy, desde donde en un
convoy que también llevaba 155 niños es trasladado a Auschwitz. Su
destino fue el de 6 millones de vidas por vivir: muere en la cámara de
gas otro 12 de diciembre, el de 1943.
Contar la historia de un tipo que jugó un papel importante en la carrera
de uno de los grandes mitos populares americanos y, que a la vez, fue
víctima de un régimen responsable de una matanza sistemática a
grupos étnicos por el simple hecho de ser tales no encierra para mí un
simple significado de curiosidad. Al narrar la vida de Marcel Lattes quise
demostrar desde una pequeña mirilla cómo nos interpelan los
genocidios, aunque vivamos del otro lado del océano de donde tienen
lugar. Aunque mínimo, espero que pueda ser un argumento en contra
de uno de los peores de los males: la indiferencia.
FUENTES
http://etoilejaune-anniversaire.blogspot.com/2021/02/qui-se-souvient-de
marcel-lattes.html?m=1
https://revistalaluz.com.ar/2020/10/29/marcel-lattes-colaboro-con-carlos
gardel-y-murio-en-en-auschwitz