Los dueños de la gráfica Rotativos Ares cerraron la empresa y los 25 trabajadores se enteraron por una videollamada. Intentan armar una cooperativa para salvar las fuentes de trabajo.
El pasado 4 de septiembre, veinticinco trabajadores de una empresa ubicada en Villa Ballester, tuvieron vacaciones. Una semana después, al regresar de las vacaciones, la empresa estaba completamente cerrada y habían vaciado las oficinas administrativas. Se habían llevado computadoras, papelería, presupuestos, datos de clientes, insumos, entre otras cosas. Ese mismo día, 11 de septiembre a las 6 de la mañana, horario habitual de entrada al trabajo, los empleados hicieron una asamblea en la entrada de la empresa, frente al portón cerrado, donde se encuentra la inscripción: “Rotativos Ares S.A”.
Hugo Trejo, referente gremial dentro de la fábrica, comentó como empezó el proceso de vaciamiento de la empresa: “Nos dijeron que la producción venía cuesta abajo, lo cual se veía, y que por eso nos daban vacaciones obligatorias a todos. Nos pareció raro pero sonaba creíble. Dijeron que esa semana no iba a haber producción”.
Lo que ocurrió después fue lo más preocupante para los trabajadores. Dos de ellos recibieron una videollamada de la propietaria, Gabriela Ares, con una propuesta que incluí quedarse con las máquinas, pero aceptando hacerle frente a las deudas y los pagos de servicios, que ascienden a millones de pesos.
La Justicia rechazó el pedido de quiebra presentando por la empresa por inconsistencias en sus balances y falta de documentación, lo que podría abrir una investigación pararela y una posible imputación para sus propietarios.
A raíz de que lo dueños no se presentaron a la audiencia de conciliación en el Ministerio de Trabajo los empleados decidieron ingresar a la fábrica y poner a resguardo la materia prima y las máquinas de producción para impedir que siguiera avanzando el proceso de vaciamiento.
Mientras tanto los trabajadores presentaron la documentación necesaria para constituirse en cooperativa y avanzar en una nueva fábrica recuperada. “Los dueños adeudan parte del salario y las indemnizaciones”, afirman desde el gremio.
“Queremos sostener los puestos de trabajo e ir por una cooperativa. Iniciamos los trámites para empezarla, pero la empresa pidió su propia quiebra. Estamos en el limbo, sin ninguna salida inmediata. La idea es continuar y cuidar los trabajos”, agregó Trejo.
Rotativos Ares se dedica al rubro gráfico desde el año 1984. Según reza su portal web: “es actualmente una de las mayores empresas productoras de formularios continuos del país con gran experiencia y con un posicionamiento líder en el mercado de la distribución de papelería comercial, así como también en la fabricación de etiquetas autoadhesivas”. Casi cuarenta años después cerró sus puertas de manera intempestiva dejando a veinticinco personas en la calle.